MATTHEW HONGOLTZ-HETLING. Actualmente es reportero del Valley News, un diario de Nuevo Hampshire. En 2010 escribió un artículo titulado «Tangled Web Between Casino, Ag. Association», que documentaba la venta de un hipódromo de la Oxford County Agricultural Society a la empresa de inversiones en casinos Black Bear Entertainment, entidades que compartían miembros ejecutivos. La Maine Press Association le concedió el primer premio en la categoría de reportaje de investigación. Hongoltz-Hetling y el editor A. M. Sheehan también obtuvieron el primer puesto en la categoría de historia continuada en el mismo concurso, por una serie que analizaba un casino propuesto en la localidad de Oxford (Maine). Esta cobertura también recibió el primer puesto en la categoría premio especial de la Asociación de Periódicos y Prensa de Nueva Inglaterra. En 2011, los dos firmaron un artículo titulado «Slumlords, shoddy oversight, tax dollars… living on Section 8», que exponía las malas condiciones de vida en viviendas subvencionadas por el Gobierno federal a través del programa Sección 8 del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de Estados Unidos. Por esta cobertura, ganaron el prestigioso Premio George Polk de Reportaje Local, uno de los máximos galardones del periodismo, otorgado por la Universidad de Long Island. En 2012, fueron anunciados como finalistas del Premio Pulitzer en la categoría de reportaje local.
UN LIBERTARIO SE ENCUENTRA CON UN OSO
Érase una vez un grupo de libertarios que idearon el Proyecto Free Town, un plan para tomar el control de una ciudad estadounidense y eliminar por completo su gobierno. En 2004, en Grafton (Nuevo Hampshire), un asentamiento apenas poblado con una carretera asfaltada, se hizo realidad ese plan. La financiación pública de casi todo se redujo: del cuerpo de bomberos, la biblioteca, la escuela. Las leyes estatales y federales no desaparecieron, pero se hicieron más silenciosas: suaves sugerencias que apenas se oían en la espesura del pueblo. Los osos, en cambio, eran cada vez más visibles. Los ciudadanos de Grafton, amantes de la libertad, ignoraron las leyes de caza y las normas sobre gestión de los restos de comida. Construyeron una ciudad de tiendas de campaña, en un esfuerzo por salirse de la red eléctrica. Y con una población local de osos grande y creciente, el conflicto se hizo inevitable. Un libertario se encuentra con un oso es a la vez un relato de humor y la historia de un compromiso radicalmente estadounidense con la libertad. Llena de personajes pintorescos, juegos de palabras y chistes, es la narración de un gran experimento social y una muestra del espíritu nacional estadounidense.



