CARTAS DE MUJER. Desde el Centro Penitenciario Femenino (Coedición Catalonia y National Museum of Women in the Arts)
Fueron más de 250 internas del Centro Penitenciario quienes respondieron a las dos convocatorias del concurso epistolar Cartas de Mujer, 2015/2016 y 2023/2024. Durante semanas, colaboradoras del proyecto acompañaron a las participantes como guías en el proceso escritural, promoviendo la exploración íntima a través de la palabra.
Sesiones de lectura, orientación directa, dinámicas lúdicas como juegos oraculares, espacios de reflexión y conversación abierta y franca, fueron parte de las metodologías utilizadas para apoyar a estas mujeres en su proceso creativo. Para muchas, fue una experiencia más introspectiva y terapéutica que literaria; sin embargo, en varios textos emergió una voz potente, capaz de atrapar al lector y hacerlo parte de una historia compartida.
La lectura de las cartas autobiográficas de mujeres que cumplen penas de presidio con diversas condenas, exige del lector un fuerte compromiso emocional. Es inevitable no evocar con algunas de estas escrituras testimonios literarios, clásicos incluso, que incursionan en el mundo de la culpa, el castigo, el deseo y la expiación, en verdaderos exámenes descarnados del mundo interior de la psiquis a la manera de “Memorias del subsuelo” de Dostoievski.
Mutatis mutandis, las tinieblas y la luz de estas cartas nos mueven a pensar en almas sufrientes y destinos inciertos, que pueden ser redimidos en parte a través de la escritura. Daniel Swinburn. Presidente del jurado.
Mujeres, dolor, encierro, palabras, intimidad y ansias de libertad son los hilos que tejen este libro, que reúne las 32 cartas ganadoras de ambas versiones del concurso. Un testimonio colectivo que da cuenta del poder transformador de la escritura y del valor de ser escuchadas incluso tras las rejas. Las felicito por el valeroso paso que cada una de ustedes ha dado al escribir su carta. Sé por experiencia propia que cuando uno pone las propias experiencias y sentimientos en papel, la vida parece más clara, más transparente, más comprensible. Vivimos apurados entre la confusión y el ruido. Al darnos la pausa para escribir lo que más nos duele o lo que más nos importa, ponemos la vida en orden y así la entendemos y aceptamos mejor. Creo que eso es lo que ustedes han sentido en estas cartas. (…) Espero que la experiencia de haber escrito una carta con el corazón abierto les sirva de inspiración para seguir contando sus vidas y compartiendo sus emociones. Isabel Allende. Escritora.