SOBRE EL AUTOR:
Fresia Castro M
Les presento a Fresia, ella es mi asistente. Gracias a su ayuda como escritora adjunta, pude expresar mis sentimientos en un texto que pudieran comprender, y se dieran cuenta de una vez por todas, lo cercano que estamos de ustedes, nuestros esclavos ¡perdón, es la costumbre! Corrijo: nuestros asistentes. Mi objetivo principal al entregar mis experiencias de esta manera es que nos respeten como seres sintientes con un tipo de inteligencia algo distinta. Al igual que ustedes, nosotros formamos parte de la vida en la tierra y podemos ser felices, si nos dejan. Este libro fue escrito en total complicidad entre Fresia y yo, “su” gato. Ella no creía en mi capacidad de brindarle la suficiente inspiración como para que entendiera como era mi vida con ella. Fui poco a poco convenciéndola, sobre todo cuando estallaba en risas cada vez que le contaba de mis travesuras o de mis vanos intentos de hacerme notar. O cuando decidí mostrarle cómo meditamos los gatos. Se asombró cuando supo que nosotros vivimos para encontrar a Dios, porque en nuestro reino estamos más cerca de él que los humanos mismos y no somos tan tontos como para darles a ustedes el rol de dioses. No, Dios no falla, no es cruel, ni se burla, no ofende, no hiere, no es indiferente, no abandona, y tampoco castiga, es puro amor. No se cansaba de reír cuando le narré mis incursiones a la radio creyendo que por fin podría encontrarme con ÉL en alguno de sus programas. En fin, ella es buena persona, nada extraordinario, pero está aprendiendo a amar. Estos son los libros de Fresia por los cuales acepté la misión, decidí vivir con ella y encargarle mis escritos